viernes, 1 de abril de 2011

¿Y si esto no funciona?

Seré breve.

A dos días de la pesada semanal confieso que estoy un poco nervioso. Desconozco cuanto peso habré perdido esta semana y no quiero elucubrar o hacerme ilusiones. De hecho, en esta ocasión, he decidido que no me voy a obsesionar con el peso. O mejor dicho, con la "perdida" de peso.

Pero temo engordar. Se que si el esfuerzo, el tesón, no tiene resultados me desanimaré de manera notable. Pero ¿es posible engordar haciendo una dieta de manera correcta? En teoría no... pero la cuestión es que en realidad NO estoy haciendo una dieta sino que estoy cambiando algunos nefastos hábitos alimenticios.

Excepto bollería industrial y dulces como de todo pero usando unas sencillas reglas derivadas de la disociación opcional. No paso hambre y no tengo que controlar cantidades y pesos de raciones. Digamos que estoy siendo completamente libre. Y ahí es, precisamente, dónde temo estar haciendo algo mal y que la semana haya sido en balde.

Pero tampoco tengo motivos para pensar eso, de hecho algunas personas de mi entorno (mi esposa, algunos compañeros de trabajo) me han señalado que se me "ve" más delgado y, como soy un impresentable, no me he tomado aún medidas corporales y no sé si he adelgazado y cuanto (en volumen, no en peso). Además, reconozcámoslo, en cuanto anuncias que te pones a dieta la gente que lo sabe tiende a darte palmaditas en la espalda aunque no sean del todo merecidas. Te lanzan cumplidos, te arengan en cierto modo... es motivador, sí, pero no necesariamente es acertado.

Sea como fuere estoy a apenas dos días de la pesada. Cruzo los dedos. Un resultado positivo es una manera inmejorable de empezar a cambiar las cosas en lo referente al peso. En breve, lo veremos.

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