Hay que ver lo mal que ha ido, al final, este año en el tema de la dieta. Todos mis objetivos han saltado por los aires y me encuentro con que hemos llegado a las Navidades y he fracasado estrepitosamente pese a los esfuerzos que he dedicado al tema.
Por un lado, la verdad, no me sorprende lo más mínimo que me encuentre así. Es una cuestión de conocerme a mi mismo.
Así que, ahora toca enfrentarme al año 2012 con nuevos objetivos y energía renovada.
A ver que se puede hacer.