miércoles, 23 de marzo de 2011

Empezar con una decepción


Ya he ido al gordólogo y se ha cumplido la peor de mi expectativas: el médico, indiferente por completo a mi ritmo de vida y mis problemas se ha limitado a darme un papel con una dieta hipocalórica de 1800 calorías, con un menú cerrado y lleno de pequeñas medidas de peso (50 g de esto, 75 g de aquello) y la perentoria orden de andar a ritmo rápido 45 minutos al día sí o sí.

Me ha decepcionado por completo.

Como ya comenté, se ha limitado a aplicarme una dieta preestablecida que no tiene en cuenta absolutamente ninguna variable. Es la misma dieta para una señora de 60 años, para una chica de 18 y para un adulto de 34. Una fotocopia impersonal y vacía de cualquier contenido humano. Es una simple receta automática.

La consulta apenas ha durado cinco minutos. Ha sido demasiado automática y carente de atención personal. Barrunto que el tratamiento es el mismo a todos los pacientes sin importar por qué estén allí. Y eso de que las dietas estén prediseñadas sencillamente me demuestra que al doctor le da igual la particularidad de cada paciente. En vez de adaptar el remedio a las posibilidades reales de cada uno (poner una dieta más rica en unas cosa su otras en función de los gustos y las posibilidades), en vez de adaptar los refuerzos de ejercicio a la realidad de cada paciente, el gordólogo se limita a obligar al paciente a adaptarse a la dieta preestablecida que tiene anotada en un montón de fotocopias.

- Tiene usted que andar a ritmo rápido 45 minutos al día.
- Entre semana me es imposible porque trabajo de sol a sol y al llegar a casa tengo a los niños y luego me voy a la cama destrizado.
- Da igual, tiene que andar 45 minutos a ritmo rápido al día.
- Pero me es imposible.
- Saque tiempo de dónde sea. Y esta es su dieta la "1 A".

¿Es que este médico no es capaz de plantear alternativas ante la imposibilidad de adaptarme a su dieta y ejercicio preestablecido? No. Para él es más cómodo que yo me adapte a su sistema. Y punto.

Como digo, la consulta ha sido muy decepcionante y extremadamente indignante. No pienso volver por allí.

Al menos los análisis han dado un resultado estupendo y, por el momento, no tengo que preocuparme de nada relacionado con mis hormonas, mis triglicéridos y mi colesterol. En ese frente las cosas están en calma.

¡Mal empezamos! Pero, por la tarde, ha sucedido algo que parece haber enmendado las cosas... y eso lo contaré mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario